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Vínculo eterno entre una mujer, su perro y sus sueños.

Cuando era niña, mi madre me llevaba a una zapatería del centro de Cádiz.

No era una tienda cualquiera.

Al entrar, el olor a madera te envolvía.

Todo estaba colocado con un orden casi obsesivo.

Y el dueño siempre me regalaba un globo rojo.

Yo, por supuesto, solo pensaba en el globo.

Pero sin saberlo, esa experiencia me marcó.

Me enseñó que la belleza está en los detalles y que una tienda puede ser mucho más que un lugar donde comprar.

Nunca fui buena estudiante.

Empecé pronto a trabajar en tiendas de moda.

Y ahí descubrí algo importante: lo que realmente me apasionaba no era vender, sino asesorar.

Escuchar a las clientas.

Ayudarlas a conectar con su cuerpo, su estilo, su autenticidad.

Pero la vida me puso a prueba.

Me vi sin trabajo, sin casa, sin un euro.

Hicimos las maletas y nos fuimos a Andorra, buscando una salida.

Allí volví al mundo de la moda, esta vez desde dentro del lujo.

Aprendí el valor del detalle, del cuidado extremo en cada experiencia.

Y confirmé lo que ya intuía: lo mío no era vender ropa como tal.

Lo mío era acompañar y asesorar a mujeres.

Entonces comprendí que eso era vender, ayudar a otras personas a solucionar sus problemas con la ropa.

Después, llegó Torrox.

Una mudanza en un Opel Corsa, un pinchazo en Madrid y un cambio de vida radical.

Ni tiendas, ni moda, ni oportunidades.

Y apareció Neo.

Mi perro.

Un podenco.

Neo me enseñó lo que significa la lealtad, la autenticidad, el respeto por la naturaleza y la importancia de ser honesta.

Con los demás.

Conmigo.

Me hice una pregunta:

¿Y si lo intento? ¿Y si creo algo desde cero, con todo lo aprendido y todo lo que soy?

Así nació PODENCO.

Una boutique que rescata el alma de aquellas tiendas de barrio, donde te llamaban por tu nombre, te escuchaban, te aconsejaban con cariño.

Un lugar donde cada prenda tiene alma, y donde tú tienes espacio.

Aquí no solo vienes a comprar.

Vienes a reconectar contigo.

A encontrar ropa que hable de ti, que te haga sentir, que te ayude a expresarte.

Ahora puedo asesorarte y ayudarte con mis propios valores, con la ropa como hilo conductor.

Como si entraras en casa de una amiga.

Como si volvieras a esa zapatería mágica de la infancia.

Esta boutique lleva un pedazo de mi historia, de Neo y de aquella zapatería.

 Un homenaje a esos pequeños detalles que marcan la diferencia.

Como el vínculo eterno entre una mujer, su perro y sus sueños.